Qué... No puedo creer que vuelva a estar escribiendo en un blog... ¿Aún existen este tipo de blogs? Me sorprende encontrar que todos estos escritos de mi adolescencia siguen acá, pensé que había perdido todo pero lo encontré de repente.
La verdad me llena de alegría y gratitud darme cuenta de cuánto cambió todo. Bueno, pasaron muchísimos años! Claramente, el tiempo no se detiene, aunque a veces creamos que algunas cosas permanecerán igual.
Les quiero contar, todo comenzó hace unos días, cuando un pensamiento se instaló en mi mente: "¿Qué pasó con mis blogs? ¿Cómo se llamaban?" Así que me embarqué en la misión de encontrarlos. Quería leer lo que solía escribir, ¿habría cambiado algo en todos estos años? Busqué en Blogger con todas las cuentas que recordaba tener, pero claro, estas cuentas tienen como mínimo diez años... ¿Cuál era mi correo electrónico en ese entonces? ¿De alguna banda? ¿De algún anime? ¿Qué tipo de correo solía usar? Antes no se usaban correos con nombre y apellido, eso lo hacía más complicado. ¿Era un apodo? ¿Un nombre inventado? ¿Mi alter ego? Busqué en correos antiguos, en Facebook (que ya no uso), en mis cuentas antiguas de Twitter, pero nada.
Fue entonces cuando pasé al siguiente nivel de búsqueda: revisar mis agendas y diarios íntimos. Regresé a la casa de mis padres y busqué en todas partes las cosas que anotaba cuando era adolescente... No podía creer cuánto escribía en ese entonces, pero sí, lo hacía bastante. En medio de la búsqueda, recordaba cosas que quería recuperar, que hizo todo aún más difícil. Algunas cosas las encontré, mientras que otras (las que consideraba "más valiosas") no. Regresé a casa con dos cajas llenas de cuadernos, agendas, diarios, libros, cartas... información en todas partes.
Apenas abrí una de las agendas, leí "@hotmail.com"... Me quedé pensando un rato que así solían ser los correos antes, ya había probado con mis cuentas de Hotmail, al menos las que recordaba, pero no recordaba tener una como esa, tan simple y básica. Así que probé, pero la cuenta no existía. Me rendí, pensando que tal vez no estaba destinada a encontrar nada y dejar que todo esto quede olvidado otra vez... Pero decidí intentarlo una vez más, funcionó. Una cuenta que antes era de Hotmail, pero que luego cambié a Gmail. Ahí estaban, todos mis blogs, todas esas cosas sin sentido que solía escribir siempre (o que tal vez tenían sentido antes). Quedé bien sorprendida, ¿tenía tantos blogs? Muchos cambiaban de URL, de nombre, de enfoque, pero todos escritos por mí durante mucho tiempo.
Entonces, comencé a leer, recordando mis preocupaciones, mis amores, mis hobbies, mis anécdotas... Cosas que creía olvidadas pero que en realidad siguen vivas en mis recuerdos. Es reconfortante volver a encontrarse con uno mismo, sonreírse y valorarse. Quizás antes no era como esperaba ser, y tampoco lo soy ahora. Pero esto es lo que soy, sigo siendo como antes y al mismo tiempo soy diferente. Sigo mejorando y aceptándome tal como soy. El viaje apenas está empezando.
